viernes, 5 de septiembre de 2008

OPINIÓN : SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Juan Carlos Tedesco
BREVE OPINIÓN CON RELACIÓN AL DOCUMENTO

La razón, la esencia, la naturaleza, de la paz, en un mundo cambiante y globalizado, no es observable. Si se hablase de que la sociedad mejora con el apogeo de la tecnología, no se es sincero con la naturaleza del mundo en el que vivimos. Obviamente esa naturaleza no es para buscar la paz. Las familias se desintegran cada día y los medios de comunicación incentivan los divorcios. Los organismos lucrativos y “desestatizadores” buscan que la escuela esté en manos de robots mecanizados que dicten las clases y que los niños sean fieles obedientes de lo que dice el ente superior. Las sociedades que tienen mayor tecnología suponen que el fin de la pobreza está en eliminar a la gente pobre a través de las guerras. En muchos lugares se piensa que la forma de evitar la improductividad es la explotación infantil. Se cree, que la solución a todos los males de la sociedad imperial-capitalista es la aniquilación del otro.

Empero, lo positivo del avance de la tecnología, es la desmonopolización de la información. A través de ella, se ha roto la colonización de las clases sociales, se han desintegrado las fronteras entre una clase social y otra. Gracias a ella, se ha logrado integrar sociedades y también se ha logrado integrar a las razas. Pero, eso se ha logrado en las sociedades que han abierto sus miradas a la información existente en el mundo circundante. En otras sociedades la información no ha servido de mucho pues las brechas sociales se han ampliado más, en vista que sólo quienes ostentan el poder han sido beneficiados con el uso de la tecnología y la información.
En los países latinoamericanos se habla de la importancia de la información y de la supremacía que tiene la educación para lograr romper las brechas de las que se han hablado, y para poder construir un mundo con más igualdad y menos distinciones, un mundo que refleje, las distintas formas coexistentes de ver el universo, las diferentes cosmovisiones que respetan la naturaleza y nuestro ecosistema. Ciertamente es función de la educación lograr tan añoradas metas que los políticos de la actualidad no desean en su fiel obediencia a quienes hacen turismo en el espacio. Ciertamente, se habla de una educación que no esté divorciada de la sociedad moderna en su dimensión cambiante. Para ello, lo único trascendental es lograr que el individuo del mañana analice la información de los medios para romper las brechas existentes, para lograr que la naturaleza de la paz exista en el planeta, para lograr que las familias se integren y para lograr que los medios ayuden a fortalecer la sociedad que agritos pide respeto hacia la misma especie humana…

SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

Juan Carlos Tedesco

REVISIÓN DEL DOCUMENTO

En el primer capítulo, el autor comienza afirmando que: “No estamos viviendo una de las periódicas crisis coyunturales del modelo capitalista de desarrollo, sino la aparición de nuevas formas de organización social, económica y política”, siendo la actual crisis estructural, que se desenvuelve por las dificultades de funcionamiento que se producen simultáneamente en las instituciones responsables de la cohesión social, en las relaciones economía-sociedad (crisis del trabajo) y en los modos de formación de las identidades individuales y colectivas (crisis del sujeto). Recuerda el optimismo inicial respecto a las potencialidades democráticas del conocimiento, que tuvo también expresiones en América Latina.

La CEPAL y la UNESCO generaron un documento, en 1992, donde sostienen que la educación y el conocimiento constituyen la variable clave para apoyar la estrategia de transformación productiva con equidad, que impactan sobre la competitividad económica, la equidad social y el desempeño ciudadano. Una sociedad y una economía basadas en el uso intensivo de conocimientos producen simultáneamente fenómenos de más igualdad y de más desigualdad, de mayor homogeneidad y de mayor diferenciación”.

En el apartado “El aumento de la desigualdad”, se afirma que crecimiento económico y desigualdad han comenzado a ser concomitantes, se menciona el nuevo fenómeno social que aparece junto al aumento de la desigualdad: la exclusión de la participación en el ciclo productivo, que a su vez provoca una modificación fundamental en la estructura de la sociedad. En el apartado “El aumento de la homogeneidad”, se retoma el tema de la complejidad de los procesos sociales cuando se constata que junto a la desigualdad y la exclusión coexiste una disminución de las jerarquías tradicionales en la organización del trabajo, basada en el uso intensivo de conocimientos que tiende a reemplazar las pirámides de relación de autoridad por redes de relaciones cooperativas. En el apartado “La ideología de la desigualdad”, se explicita que el aumento de la desigualdad está acompañado de teorías que lo justifican. En el apartado “La crisis del Estado-Nación”, se relaciona el proceso de globalización económica, que ha producido una tendencia a construir entidades políticas supranacionales, reduce la capacidad del Estado tanto para definir las variables macroeconómicas como la satisfacción de las necesidades sociales de su población. En el apartado “La desintermediación”, se agrega el factor de la creciente globalización de las comunicaciones, que debilitan la capacidad de los estados para controlar el flujo de información circulante. En el apartado “Las transformaciones culturales”, se afirma que la profundidad de los cambios culturales. en el apartado “Cambios en la familia”, se destaca la importancia de la familia en el proceso de socialización primaria, que sucede durante la niñez, y con ello el impacto que provocan en la sociedad. En el apartado “La evolución del individualismo”, se expresa que actualmente éste “...pone el acento en la autoexpresión, en el respeto a la libertad interna, en la expansión de la personalidad, de sus cualidades y su excepcionalidad”. En el último apartado del capítulo 1, “Cohesión social y conocimiento: la naturaleza reflexiva de la modernidad”, se advierte, siguiendo a Giddens, que “...el rasgo más específico del orden social actual es el aumento de la reflexividad social y, con ello, el aumento de los riesgos y de la incertidumbre...”.

En el capítulo 2: “Sociedad del Conocimiento y Educación”, luego de haber analizado y marcado la importancia de las transformaciones operadas en la estructura económica, política y cultural de la sociedad, el autor introduce destacando que las formas emergentes de organización social se apoyan en el uso intensivo del conocimiento y de las variables culturales, contexto en el que las instancias a través de las cuales se producen y distribuyen los conocimientos y los valores culturales (instituciones educativas, educadores e intelectuales en general) ocuparán un lugar central; enfoque que supone aceptar que la educación no es solamente escolarización. Concretamente, se intenta analizar las consecuencias más importantes de estos cambios sobre la educación, así como los problemas que la educación debe enfrentar, desde lo institucional y desde lo pedagógico, desarrollado en dos apartados:“Educación y movilidad social” y “Educación y socialización”.

En el apartado “Educación y movilidad social”, se mencionan los dos fenómenos que han erosionado la relación tradicional entre educación y movilidad social: la crisis del modelo fordista de organización del trabajo y la masificación del acceso a la educación. Estos fenómenos hacen visible la necesidad no de detener la marcha hacia una escolarización universal sino de acompañar la expansión educativa con otros cambios sociales y culturales. Se destaca que “...El autor agrega, a la dimensión cuantitativa del acceso a la educación, la necesidad de contemplar los niveles de acceso al conocimiento, siendo necesario educarse a lo largo de toda la vida para poder adaptarse a los requerimientos cambiantes del desempeño social y productivo.

En el apartado “Educación y socialización”, precisamente se considera a la educación desde el punto de vista del proceso de socialización. Siendo propio de la ciudadanía moderna la pluralidad de ámbitos de desempeño y teniendo en cuenta que la formación del sentido de solidaridad está asociada a la formación del sentido de pertenencia, el autor destaca que “...una forma fértil para estimular conexiones entre las instituciones escolares que superen el formalismo tradicional y permitan intercambios reales, tanto en el nivel local como nacional e internacional”.

En el capítulo 3: “Universidad y sociedad del conocimiento”, se tratan –pretendiendo abrir la discusión- como apartados principales “El acceso al conocimiento” y “Las relaciones entre universidad y sociedad: el tema de la autonomía”. En el apartado “El acceso al conocimiento”, se sostiene que el debate actual sobre este tema debería tomar en cuenta, al menos tres nuevos factores: en primer lugar cómo garantizar un acceso permanente a nuevas formas de aprendizaje que permitan la reconversión profesional continua; en segundo lugar priorizar el mejoramiento de la calidad de la educación general obligatoria como exigencia de las estrategias de desarrollo con equidad (accediendo a niveles más complejos del conocimiento); y en tercer lugar encarar los desafíos que plantean las nuevas tecnologías de la información a las instituciones y a los métodos de enseñanza. En el apartado “Las relaciones entre universidad y sociedad: el tema de la autonomía”, se trata primero la relación entre la universidad y el estado, donde el tema de la autonomía ya no está vinculado a la lucha contra el control ideológico de las universidades sino en la tensión entre la lógica de los intereses generales y la lógica de los intereses particulares en la producción y distribución de conocimientos.

En el cuarto capítulo, el autor intenta postular algunas hipótesis de trabajo sobre las posibles causas de estos fenómenos, destinadas a la discusión y profundización en otras investigaciones, en tres ámbitos: la relación entre educación y equidad social, las secuencias de los procesos de transformación educativa y las relaciones entre el sector público y privado. En el primer ámbito, “Educación y equidad social”, a la vez que confirma la validez de esta correlación, advierte que los resultados escolares también dependen de ciertos factores de educabilidad, asociados a condiciones materiales de vida y origen social de los alumnos. En el segundo ámbito, “Las secuencias de los procesos de transformación educativa”, critica la utilización de la misma secuencia, en contextos significativamente heterogéneos, provocando esta uniformidad la pérdida del sentido de estos procesos.

viernes, 29 de agosto de 2008

OPINIÓN

CON RELACIÓN AL TEXTO:

EL PROFESORADO ANTE LOS RETOS DEL SIGL0 XXI. REPERCUSIONES EN LAS POLITICAS E INSTITUCIONES EDUCATIVAS. DE Francisco Imbernón

Si bien es cierto que se hace necesaria una nueva vía en los modelos de educación vigentes, también es necesario encontrar el modelo de persona que se desea formar en las instituciones educativas. Porque si sólo se tratara, como dice Imbernón, de fortalecer lo cognitivo en los estudiantes y renovar las instituciones, no sería necesario hacer ningún cambio, y sería suficiente quedarnos con el modelo disciplinario de la educación conductivista o tradicional que tanto se critica en el mismo texto.

De lo que se trata es de fortalecer capacidades y competencias en los estudiantes, y no así, sólo “conocimiento escolar”. Pero además, se debe tomar en cuenta que ésas capacidades y competencias deben responder al tipo de persona que requiere el planeta. Y aquí encontramos una gran divergencia: Primero, se busca una persona altamente competitiva, que sepa aprovechar al máximo los recursos de la naturaleza y que pueda ser líder de su comunidad para encontrar el beneficio de una vida cómoda y exitosa. Segundo, se busca una persona solidaria que comparta sus necesidades con las necesidades del planeta, ya no hablamos de un alto grado de competitividad, sino de una persona con alto grado de responsabilidad con su propio contexto, y lo más importante, con la naturaleza. Son dos modelos totalmente contradictorios de personas, porque responden a dos modelos político-económicos totalmente diferentes. Es tan diferente como el comunismo y el capitalismo. Lastimosamente para quienes son dueños del planeta es mejor la primera opción y de seguro muchos quienes hablan de educación van por ese camino, incluyendo a Imbernón, porque él crítica “el conocimiento” que resulta de la educación, como si la parte afectiva y emocional de las personas no importaran.
La pregunta es, ¿qué tipo de personas se quiere formar con un cambio de la educación? Si personas que trabajen tal cual lo hacen en los países altamente “civilizados”, con pocas horas de descanso y con una capacidad dada a la servidumbre empresarial, o personas que compartan las necesidades del planeta con las suyas propias, y que puedan ser autónomas en sus decisiones. Podría contrargumetarse todas las posiciones ideológicas en todas sus dimensiones, pero no se puede contrargumentar la desigualdad de la educación vigente, una desigualdad que requiere más que la voluntad de los actores de la educación que requiere principalmente la voluntad de ceder de quienes no van ha ceder sus propios privilegios…

RESUMEN

EL PROFESORADO ANTE LOS RETOS DEL SIGL0 XXI. REPERCUSIONES EN LAS POLITICAS E INSTITUCIONES EDUCATIVAS.
Francisco Imbernón

Un verdadero cambio educativo no puede plantearse seriamente sin poseer un nuevo concepto de escuela y de profesorado. La institución educativa debe cambiar, debe convertirse en algo verdaderamente educativo y superar su concepto decimonónico ya obsoleto. Al otorgar un carácter educativo pretendemos distanciarnos de enfoques tecnológicos, funcionalistas y burocratizantes tan de moda en los últimos años. Sugerimos hablar de la escuela no tanto como "un lugar" sino como una manifestación de vida colectiva

Pero para ello es necesaria una reconceptualización importante de la educación. La sociedad, el ámbito laboral y profesional cambia muy rápidamente. En los últimos tiempos se han cuestionado muchos aspectos que, hasta ese momento, eran inamovibles. Hemos visto como se ha ido cuestionando la educación estrictamente disciplinar y se ha ido completando con otros aspectos éticos, colegiales; se ha empezado ha dar importancia al bagaje sociocultural como puede ser la comunicación, el trabajo en grupo, la toma de decisiones, y más.

Se debe tomar en cuenta la experiencia personal y profesional de los adultos, de sus motivaciones, del medio de trabajo -en suma, de su situación de trabajadores- y, por otra, la participación de los interesados en la educación y en la toma de decisiones que les conciernen directamente.

El factor de la contextualización será fundamental en la educación ya que el desarrollo de las personas siempre tiene lugar en un contexto social e histórico determinado, que influye en su naturaleza.

También en esta contextualización intervienen los diversos marcos sociales en los que se produce el desarrollo profesional, asumiendo su importancia. Ese escenario profesional será fundamental y, en ese escenario complejo, las situaciones problemáticas que aparecen. Nace la interrogante,¿cómo aprender a moverse en esas situaciones problemáticas?

Y no podemos olvidar el desarrollo de la persona como un factor importante. Esto nos lleva a considerar la gran importancia que tiene el aprendizaje de la relación, la convivencia y la interacción de cada persona con el resto del grupo.

Este análisis anterior nos ayuda a acercarnos a un modelo educativo que estaría fundamentada en diversos pilares o principios:
- Aprender de forma participativa, esto es colaborativa.
- Crear nuevas estructuras organizativas.
- Conectar conocimientos previos con nuevas informaciones en un proceso
coherente de educación
- Aprender mediante reflexión y resolución de situaciones problemáticas de la
práctica. Partir del contexto.
- Aprender en un ambiente de colaboración y interacción social: compartir
problemas, fracasos y éxitos.

ALGUNAS OBSERVACIONES GENERALES
En un primer momento desearíamos destacar tres ideas-clave a discutir: la existencia o no de un "poder del profesorado y de la comunidad educativa", entendido como la asunción por parte del profesorado y de los implicados en el proceso educativo del control sobre el proceso y organización del trabajo que se lleva a cabo en las instituciones educativas, supuestamente devaluado como consecuencia del ordenamiento cada vez mayor y de la fragmentación curricular, del aislamiento en las estructuras organizativas y arquitectónicas, de la organización impuesta y de la rutinización y mecanización laboral. ¿Es posible hacer "más poderosos al profesorado", sin detrimento de la comunidad educativa, para aumentar su consideración y estatus profesional y social? ¿Es posible que las claves sean la cooperación y la participación colectiva o sea, transformar los centros en comunidades de aprendizaje? ¿Es posible la elaboración de proyectos de centro mediante la explicitación de los intereses desde abajo que posibiliten una verdadera participación más allá de la participación normativa y legal?
La segunda idea cuestiona la legitimación oficial del conocimiento escolar y, como consecuencia, el de la organización escolar, que es a todas luces mecanicista, estrecha e insuficiente, y la necesidad de poner en contacto a la comunidad educativa con los diversos campos y vías del conocimiento, de la experiencia y de la realidad organizativa y no únicamente al profesorado o a los escogidos entre ellos.

La tercera idea es el cuestionamiento de la institución escolar tal y como se está estructurando y, por supuesto, extendiendo en la formación en el Sistema Educativo. La organización educativa tal y como actualmente está concebida y se desarrolla, forma parte de las diversas formas de desigualdad y opresión, y, por tanto es necesario una acción solidaria para desarrollar una nueva cultura organizativa alternativa enmarcada en una nueva práctica educativa y social. Recordemos a Freire (1987) cuando analiza la falacia de la neutralidad escolar, para construir una noción de la educación más politizada, y para desarrollar una pedagogía de la resistencia, de la esperanza o de la posibilidad.