viernes, 5 de septiembre de 2008

SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

Juan Carlos Tedesco

REVISIÓN DEL DOCUMENTO

En el primer capítulo, el autor comienza afirmando que: “No estamos viviendo una de las periódicas crisis coyunturales del modelo capitalista de desarrollo, sino la aparición de nuevas formas de organización social, económica y política”, siendo la actual crisis estructural, que se desenvuelve por las dificultades de funcionamiento que se producen simultáneamente en las instituciones responsables de la cohesión social, en las relaciones economía-sociedad (crisis del trabajo) y en los modos de formación de las identidades individuales y colectivas (crisis del sujeto). Recuerda el optimismo inicial respecto a las potencialidades democráticas del conocimiento, que tuvo también expresiones en América Latina.

La CEPAL y la UNESCO generaron un documento, en 1992, donde sostienen que la educación y el conocimiento constituyen la variable clave para apoyar la estrategia de transformación productiva con equidad, que impactan sobre la competitividad económica, la equidad social y el desempeño ciudadano. Una sociedad y una economía basadas en el uso intensivo de conocimientos producen simultáneamente fenómenos de más igualdad y de más desigualdad, de mayor homogeneidad y de mayor diferenciación”.

En el apartado “El aumento de la desigualdad”, se afirma que crecimiento económico y desigualdad han comenzado a ser concomitantes, se menciona el nuevo fenómeno social que aparece junto al aumento de la desigualdad: la exclusión de la participación en el ciclo productivo, que a su vez provoca una modificación fundamental en la estructura de la sociedad. En el apartado “El aumento de la homogeneidad”, se retoma el tema de la complejidad de los procesos sociales cuando se constata que junto a la desigualdad y la exclusión coexiste una disminución de las jerarquías tradicionales en la organización del trabajo, basada en el uso intensivo de conocimientos que tiende a reemplazar las pirámides de relación de autoridad por redes de relaciones cooperativas. En el apartado “La ideología de la desigualdad”, se explicita que el aumento de la desigualdad está acompañado de teorías que lo justifican. En el apartado “La crisis del Estado-Nación”, se relaciona el proceso de globalización económica, que ha producido una tendencia a construir entidades políticas supranacionales, reduce la capacidad del Estado tanto para definir las variables macroeconómicas como la satisfacción de las necesidades sociales de su población. En el apartado “La desintermediación”, se agrega el factor de la creciente globalización de las comunicaciones, que debilitan la capacidad de los estados para controlar el flujo de información circulante. En el apartado “Las transformaciones culturales”, se afirma que la profundidad de los cambios culturales. en el apartado “Cambios en la familia”, se destaca la importancia de la familia en el proceso de socialización primaria, que sucede durante la niñez, y con ello el impacto que provocan en la sociedad. En el apartado “La evolución del individualismo”, se expresa que actualmente éste “...pone el acento en la autoexpresión, en el respeto a la libertad interna, en la expansión de la personalidad, de sus cualidades y su excepcionalidad”. En el último apartado del capítulo 1, “Cohesión social y conocimiento: la naturaleza reflexiva de la modernidad”, se advierte, siguiendo a Giddens, que “...el rasgo más específico del orden social actual es el aumento de la reflexividad social y, con ello, el aumento de los riesgos y de la incertidumbre...”.

En el capítulo 2: “Sociedad del Conocimiento y Educación”, luego de haber analizado y marcado la importancia de las transformaciones operadas en la estructura económica, política y cultural de la sociedad, el autor introduce destacando que las formas emergentes de organización social se apoyan en el uso intensivo del conocimiento y de las variables culturales, contexto en el que las instancias a través de las cuales se producen y distribuyen los conocimientos y los valores culturales (instituciones educativas, educadores e intelectuales en general) ocuparán un lugar central; enfoque que supone aceptar que la educación no es solamente escolarización. Concretamente, se intenta analizar las consecuencias más importantes de estos cambios sobre la educación, así como los problemas que la educación debe enfrentar, desde lo institucional y desde lo pedagógico, desarrollado en dos apartados:“Educación y movilidad social” y “Educación y socialización”.

En el apartado “Educación y movilidad social”, se mencionan los dos fenómenos que han erosionado la relación tradicional entre educación y movilidad social: la crisis del modelo fordista de organización del trabajo y la masificación del acceso a la educación. Estos fenómenos hacen visible la necesidad no de detener la marcha hacia una escolarización universal sino de acompañar la expansión educativa con otros cambios sociales y culturales. Se destaca que “...El autor agrega, a la dimensión cuantitativa del acceso a la educación, la necesidad de contemplar los niveles de acceso al conocimiento, siendo necesario educarse a lo largo de toda la vida para poder adaptarse a los requerimientos cambiantes del desempeño social y productivo.

En el apartado “Educación y socialización”, precisamente se considera a la educación desde el punto de vista del proceso de socialización. Siendo propio de la ciudadanía moderna la pluralidad de ámbitos de desempeño y teniendo en cuenta que la formación del sentido de solidaridad está asociada a la formación del sentido de pertenencia, el autor destaca que “...una forma fértil para estimular conexiones entre las instituciones escolares que superen el formalismo tradicional y permitan intercambios reales, tanto en el nivel local como nacional e internacional”.

En el capítulo 3: “Universidad y sociedad del conocimiento”, se tratan –pretendiendo abrir la discusión- como apartados principales “El acceso al conocimiento” y “Las relaciones entre universidad y sociedad: el tema de la autonomía”. En el apartado “El acceso al conocimiento”, se sostiene que el debate actual sobre este tema debería tomar en cuenta, al menos tres nuevos factores: en primer lugar cómo garantizar un acceso permanente a nuevas formas de aprendizaje que permitan la reconversión profesional continua; en segundo lugar priorizar el mejoramiento de la calidad de la educación general obligatoria como exigencia de las estrategias de desarrollo con equidad (accediendo a niveles más complejos del conocimiento); y en tercer lugar encarar los desafíos que plantean las nuevas tecnologías de la información a las instituciones y a los métodos de enseñanza. En el apartado “Las relaciones entre universidad y sociedad: el tema de la autonomía”, se trata primero la relación entre la universidad y el estado, donde el tema de la autonomía ya no está vinculado a la lucha contra el control ideológico de las universidades sino en la tensión entre la lógica de los intereses generales y la lógica de los intereses particulares en la producción y distribución de conocimientos.

En el cuarto capítulo, el autor intenta postular algunas hipótesis de trabajo sobre las posibles causas de estos fenómenos, destinadas a la discusión y profundización en otras investigaciones, en tres ámbitos: la relación entre educación y equidad social, las secuencias de los procesos de transformación educativa y las relaciones entre el sector público y privado. En el primer ámbito, “Educación y equidad social”, a la vez que confirma la validez de esta correlación, advierte que los resultados escolares también dependen de ciertos factores de educabilidad, asociados a condiciones materiales de vida y origen social de los alumnos. En el segundo ámbito, “Las secuencias de los procesos de transformación educativa”, critica la utilización de la misma secuencia, en contextos significativamente heterogéneos, provocando esta uniformidad la pérdida del sentido de estos procesos.

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